Legionella o Legionela, es una bacteria Gram negativa con forma de bacilo. Viven en aguas estancadas con un amplio rango de temperatura. Su crecimiento se ve favorecido por la presencia de materia orgánica. Requiere oxígeno para respirar y posee un flagelo para desplazarse.
En lo concerniente a taxonomía existen 48 especies dentro del género Legionella, y un total de unos 78 serotipos de los cuales el más importante, por sus implicaciones médicas, es la especie Legionella pneumophila. La especie Legionella pneumophila produce la enfermedad del legionario o Legionelosis. La infección por Legionella puede presentarse como neumonía atípica o como una enfermedad febril sin focalización pulmonar denominada Fiebre de Pontiac. La bacteria requiere para multiplicarse encontrarse dentro de amebas.
La legionella puede llevar a complicaciones pulmonares, sus sintomas son fatiga, dificultad para respirar y en ocasiones diarrea o dolores musculares.
Se puede detectar por medio de un simple examen de orina.
Los síntomas tienden a empeorar durante los primeros 4 a 6 días y casi siempre mejoran en otros 4 a 5 días.
Los síntomas pueden abarcar:
- Dolor torácico
- Expectoración que no produce mucho esputo o moco (tos seca)
- Expectoración con sangre
- Diarrea, náuseas, vómito y dolor abdominal
- Fiebre
- Malestar generalizado, intranquilidad o indisposición general
- Dolor de cabeza
- Dolor articular
- Decaimiento
- Rigidez y dolores musculares
- Problemas con el equilibrio
- Escalofríos y temblores
- Dificultad para respirar
Los antibióticos se utilizan para combatir la infección. El tratamiento se comienza tan pronto como se sospecha la enfermedad, sin esperar la confirmación por medio de una prueba de laboratorio.
Otros tratamientos también pueden ser recibir líquidos y oxígeno, el cual se administra a través de una máscara o un respirador.

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